jueves, 9 de febrero de 2012

Consumo para principiantes

“CONSUMO” de Gonzalo Lopes Melillo es un video-minuto que se presenta como propuesta para una proyección en dos pantallas en simultáneo donde el material se reproduce una y otra vez de manera cíclica. http://vimeo.com/35802264

En una pantalla reducida podemos observar una fotografía nítida del rostro de Kim Basinger cuya impresión fija contrasta con un fondo donde hay un globo azul inquieto, que adquiere mayor velocidad e interviene en la imagen la aparición de pequeñas líneas gruesas de color de manera diagonal.

En la otra pantalla que tiene mayor tamaño, el artista presenta su propio cuerpo en distintas posturas con imágenes en movimiento unidas mediante fundidos a negro. Su cabeza está cortada, sus manos se acarician y cada secuencia trasmite cierto gozo o placer que contrasta con su pene en estado de reposo.

Como acompañamiento de la imagen sobresalen algunas notas interpretadas por él con su bajo, que se aceleran de manera gradual casi imperceptible.
vimeo.com/35802264
“CONSUMO” es una composición relacionada a los placeres estéticos del propio artista, y el intento de traducir el consumo de la belleza en su propio cuerpo aparentemente ajeno al mismo. El cuerpo de Lopes Melillo se torna femenino sin ningún artilugio, y su cabeza cortada parece completarse con el relato de la cabeza de una mujer en la pantalla continua. El video-arte en sí parece presentarnos la abstracción sincera de la excitación femenina, más sutil y compleja que lo que es la excitación del hombre. Por un lado un cuerpo se acaricia en su pasividad, por el otro una cabeza congelada experimenta en su interior un agite de color. La relación entre ambas imágenes puede ambiguamente hablar de una representación psicológica de la búsqueda de un orgasmo femenino (probablemente, hacia el final, no alcanzado o minúsculo) como de la problematización del artista en cuanto a lo que consumimos como belleza. A él le gusta el azul, Kim Basinger y esas notas del bajo: las tres cosas le producen un placer estético que trata de buscar en su propio cuerpo ¿puede entonces con esto formar un producto de belleza que le guste a sí mismo en consecuencia?

“CONSUMO” termina siendo así un trabajo sumamente íntimo y masturbatorio. El artista construye un diálogo consigo mismo que nos pone en un lugar pasivo donde no podemos intervenir sino espiarlo, por momentos con la incomodidad que eso supone. Lo vemos consumir, alimentar su cuerpo con elementos de su placer, y nos confrontamos a nosotros mismos con nuestros deseos y hábitos de consumo estético al consumir su trabajo. ¿Acabamos de digerir a Kim o a Gonzalo? ¿Nos gusta, nos incomoda o nos produce rechazo?

La obra es difícil de interpretar a primera vista, te invita a repetir nuevamente la reproducción y repetir también la confrontación de nuestra manera de consumir con la que él propone. Finalmente, si se mira muchas veces, probablemente el diálogo abstracto de Gonzalo se hace concreto en nuestra percepción. Al verlo repetidas veces corremos el riesgo de terminar participando del acto íntimo y masturbatorio arriba mencionado, que Gonzalo Lopes Melillo presenta ante nosotros (los otros), quienes poco entendemos si acabamos de consumir arte o simplemente tuvimos un mal sexo.